Después de la comida hice alguna fotito más de las mesas que podéis ver aquí abajo antes de retomar las actividades:
Ya estabamos preparados para jugar la última partida y disfrutar del sorteo donde todos tenían asegurado su regalo. Nuevamente todo el mundo quedó encantado con las propuestas de los organizadores. Con nuestros regalos nos dispusimos a enfrentarnos a nuestro último rival.
En mi caso me enfrentaba al ejército que menos tengo controlado, los temibles y rojos rusos. David con un batallón ruso reforzado por elementos acorazados se enfrentaría a mi en una zona boscosa en la misión DUST UP.Mi intención era sacar toda mi fuerza desde el principio e intentar asegurar una rápida victoria antes que sus elementos acorazados, que se encontraban en la reserva llegaran para apretarme las tuercas.
El problema fue que inicialmente había una marea de infantería que sin artillería era imposible limpiar antes que los refuerzos rusos llegaran.
Inmediatamente cambié el chip y decidí intentar eliminar suficientes enemigos como para forzar un chequeo de moral, veríamos como saldría todo.
Maniobre desde el primer momento agresivamente con los tanques atravesando los bosques y empecé a castigar desde el principio los elementos anti tanque y básicamente a todo lo que podía. Tenía tres turnos para centrarme en el enemigo.
Mi rival , David, me facilitó las cosas mucho al tener una suerte horrenda en los dados. Su infantería y cañones tardaron 3 turnos en atrincherarse y sus reservas no llegaron hasta el 4º. Para ese entonces ya había eliminado los cañones y la infantería había recibido unas cuantas bajas.
La entrada de las reservas rusas metió algo de presión, bastante presión, pero nuevamente actuando con agresividad sin miedo a atravesar los bosques pude aguantar y disputar mi objetivo el tiempo suficiente como para eliminar la amenaza.
Mientras el grueso de mis tropas neutralizaba la amenaza de los tanques rusos, mis reservas atacaban a las debilitadas tropas comunistas que tras varios asaltos eran obligadas a tirar moral. Nuevamente la suerte se le escurría al comandante ruso que veía como sin haber tomado decisiones incorrectas y sin ninguna maniobra espectacular de los alemanes perdía la partida 6-1. Los dados firmaron sentencia esta vez.
Alemanes 6-1 Rusos.
Con esta última partida se daba por concluída mi participación. 10 puntos que me dejaban en mitad de tabla.
Enhorabuena para los ganadores y para los organizadores, así como para todos los que hicímos posible un magnífico torneo, una vez más.